No, no, no. No es posible que exista gente tan nefasta.
Y entonces me veo en el edificio al que tantas miraditas feas le dirijo, sentada en los pupitres que antes de mí albergaron a sujetos sudorosos y repletos de mediocridad.
"No me voy a dejar ganar" me digo entre dientes y volteo a la ventana. La maestra vuelve a llamar mi atención con una nueva norma para aprender, por un momento, mi atención se centra en el pizarrón blanco, hasta que un montón de risas grotescas me hacen regresar a mi contexto. A veces me asustan un poco, a veces me dan risa loca, otras tantas me son indiferentes -la mayor parte del tiempo- y en algunas ocasiones, como hoy, logran desesperarme muchísimo.
Tan es mi repudio, que a la primera oportunidad me refugio en mi edificio: los baños, los pasillos, los salones... No voy a formar parte de ese mundo al que me están invitando, no, yo soy agente de paso ahí.
Es que esa sensación que me provocan, es algo similar a lo que sentía hace algunos años con la gente hueca de mi escuela anterior.
No sé, a lo mejor esto pasa así porque tengo que aprender a convivir con la gente. Aunque no quiera.
Pero, si eso es realmente lo que tengo que aprender de esta experiencia, ¿no será que debo ser menos auténtica y comenzar a ser diplomática? ¿No es esto último malo?
Ash, no sé. No sé, no sé. Por lo mientras, debo sostenerme en pie otro semestre -o dos- para poder gozar de los beneficios que siempre traen los sacrificios.
Ni modo, debo sacar a las sonrisitas diplomáticas de donde estén y desempolvarlas.
Snif.
4 comentarios:
¿A poco eso te pasaba en tu escuela anterior?
Viví engañada...
Deberías venirte a medicina, aunque tendrías que aguantar a Diego... :S
No, es demasiado sacrificio. Tu escuela está bien. A veces no es tan malo aislarse un poco, para pensar, planear y, sobre todo, alejarse de gente indeseable.
Melvavisco
Ay ay, ahora apruebo los comentarios! que fresa ¬¬
Mabela,
Desde luego, no toda la gente que conocí en mi escuela anterior era hueca, pero no puedes negar que había cada joyita que... Vamos, tú sabes de qué hablo.
Y por otra parte, mi inconformidad no es con mis compañeros de facultad, la cosa es con mis compañeritos de cierto curso que estoy tomando en Idiomas... ya te podrás imaginar. *sigh*
En fin, gracias por la invitación, y pues, eso de irme a Medicina... ehhmm, pues, lo pensaré.
Y sí!! ya modero comentarios... mucho tiempo ha.
Saludos Mabela, te quiero!
Pinche fresa que eres, me cae... ¿Dónde la diversidad y la magnificencia de la tolerancia?, ¿dónde la hermandad de raza, género, nación?
La gente que no nos gusta a veces existe para algo [ojalá alguien descubra pronto para qué, jiji].
Deja de quejarte y empieza a hacer amiguitos nuevos ^.^
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