viernes, 18 de abril de 2008

De asuntos bilingües y otras patrañas

No, no, no. No es posible que exista gente tan nefasta.



Y entonces me veo en el edificio al que tantas miraditas feas le dirijo, sentada en los pupitres que antes de mí albergaron a sujetos sudorosos y repletos de mediocridad.

"No me voy a dejar ganar" me digo entre dientes y volteo a la ventana. La maestra vuelve a llamar mi atención con una nueva norma para aprender, por un momento, mi atención se centra en el pizarrón blanco, hasta que un montón de risas grotescas me hacen regresar a mi contexto. A veces me asustan un poco, a veces me dan risa loca, otras tantas me son indiferentes -la mayor parte del tiempo- y en algunas ocasiones, como hoy, logran desesperarme muchísimo.

Tan es mi repudio, que a la primera oportunidad me refugio en mi edificio: los baños, los pasillos, los salones... No voy a formar parte de ese mundo al que me están invitando, no, yo soy agente de paso ahí.

Es que esa sensación que me provocan, es algo similar a lo que sentía hace algunos años con la gente hueca de mi escuela anterior.

No sé, a lo mejor esto pasa así porque tengo que aprender a convivir con la gente. Aunque no quiera.

Pero, si eso es realmente lo que tengo que aprender de esta experiencia, ¿no será que debo ser menos auténtica y comenzar a ser diplomática? ¿No es esto último malo?

Ash, no sé. No sé, no sé. Por lo mientras, debo sostenerme en pie otro semestre -o dos- para poder gozar de los beneficios que siempre traen los sacrificios.

Ni modo, debo sacar a las sonrisitas diplomáticas de donde estén y desempolvarlas.


Snif.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿A poco eso te pasaba en tu escuela anterior?
Viví engañada...
Deberías venirte a medicina, aunque tendrías que aguantar a Diego... :S
No, es demasiado sacrificio. Tu escuela está bien. A veces no es tan malo aislarse un poco, para pensar, planear y, sobre todo, alejarse de gente indeseable.
Melvavisco

Anónimo dijo...

Ay ay, ahora apruebo los comentarios! que fresa ¬¬

DaL dijo...

Mabela,

Desde luego, no toda la gente que conocí en mi escuela anterior era hueca, pero no puedes negar que había cada joyita que... Vamos, tú sabes de qué hablo.

Y por otra parte, mi inconformidad no es con mis compañeros de facultad, la cosa es con mis compañeritos de cierto curso que estoy tomando en Idiomas... ya te podrás imaginar. *sigh*

En fin, gracias por la invitación, y pues, eso de irme a Medicina... ehhmm, pues, lo pensaré.

Y sí!! ya modero comentarios... mucho tiempo ha.

Saludos Mabela, te quiero!

Anónimo dijo...

Pinche fresa que eres, me cae... ¿Dónde la diversidad y la magnificencia de la tolerancia?, ¿dónde la hermandad de raza, género, nación?

La gente que no nos gusta a veces existe para algo [ojalá alguien descubra pronto para qué, jiji].

Deja de quejarte y empieza a hacer amiguitos nuevos ^.^