sábado, 31 de mayo de 2008

De gárgolas y garigoleos

- ...cuando puedas, deberías leer a este hombre, tiene cosas verdaderamente bellísimas: el manejo tan semántico que hace del tiempo, las metáforas tan elaboradas sobre las distintas etapas de la vida humana, en fin, es un constante desafío.

- ...

- qué?

- creo que tu vida sería más agradable si fuera menos garigoleada, o bueno, si no te esforzaras tanto por ser así, ya sabes, el tipo de persona que intentas ser.

- qué?

- sí, así, tan falso, ya sabes, la vida sería más agradable para ti, y más llevadera para nosotros, los demás cuando estamos a tu lado.

- ...

- sí, eso pensé.




*Garigolear: Ornamentar excesiva, casi ridículamente.

lunes, 26 de mayo de 2008

...Ejem, sigamos con el recuento.

Bueno, pues ya me dio flojera eso de ir repasando post por post, así que de ahora en adelante, hablaré muy escuetamente de lo hecho a partir de diciembre del año pasado...

Ahora que me senté a revisar las entradas que me faltaban me fijé en unas chiquitas que me estaban guiñando el ojo muy coquetamente, para mi desgracia -o la suya- los motivos que me hicieron nacerlas no fueron muy agradables según mis recuerdos y mi memoria sensorial. Perdón entradas chiquitas, no las miraré más.

A partir de diciembre, dejé de partirme la piel y la cabeza en pedacitos tan pequeños, el polvo que se formó de todo este despedazar constante finalmente vislumbraba un camino, una forma a la cual amoldarse, aunque la piel no dejaba de tirarme hacia otros lados. Época rara, sí, un tanto amarga, sí, otro tanto dulce, sí, saldo: blanco (a pesar del luto momentáneo).

Poco a poco, las cosas fueron tomando su rumbo, a veces pienso que las obligué a hacerlo, pero, si no era yo ¿quién más? La verdad fueron meses que marcaron mi forma de pensar, me modificaron de alguna manera porque me dieron de frente con la realidad de algunas cosas, de algunas personas... en fin, si recargo un poco mi cabeza a un lado ahora que veo hacia atrás, puedo darme cuenta del otro ángulo de todo, me divierte un tanto, me entristece otro tanto, pero al final, todas esas vivencias fueron capas de cebolla que me he ido quitando poco a poco (gracias a Severino Salazar por la metáfora), si no fuera por estos raspones, no sabría tanto más de mí.

Fue a finales de enero cuando todo empezó a mejorar drásticamente (me parece un poco extraño el uso de 'drástico' y 'mejora' en una misma oración, pero es que así fue) Esa masa informe que era mi cabeza de pronto hizo implosión y me hizo comprender que todo lo que alguna vez quise estaba en algún lugar de mis recuerdos. Y de pronto, una parte de eso, se hizo tangible un domingo en CAXA.

Desde entonces, más que tangible, se ha vuelto algo permanente.

Sí, algo ha cambiado, algo se ha modificado por completo en mí... pero eso es algo que sólo yo sé.

viernes, 9 de mayo de 2008

Pues, como les iba diciendo...

Las festividades de este mes, traen consigo -entre otras cosas- el primer aniversario de mi blog. Y eso que yo no le daba ni tres meses de vida...

La verdad, se me hace un tanto curioso releer lo que he publicado a lo largo de doce meses; y es que, a la manera menos Proustiana, de pronto vuelvo a sentir en qué estadío me encontraba al poner mis flacuchos deditos sobre el teclado: los olores, las situaciones, las personas -he aquí la parte más agridulce de todos los componentes de mis escritos-, los momentos en sí que me llevaron a desparramar renglones y reglones, a veces más, a veces menos.

En fin, el 13 de mayo del año pasado hice mi primer post. Se supone que debería esperar hasta ese día para poder decir con toda la certeza que ya ha cumplido su primer año este escondrijo mío, no obstante, el poco tiempo libre que tengo entre semana me hace dudar de poder escribir ese día. Pero aquí estoy...

De cualquier manera, me he visto inmersa de nueva cuenta en mis propias letras, he vuelto a bajar a esas marejadas de ideas que había olvidado en el teclado de la computadora -quien, seguramente, guarda todavía la memoria de todas y cada una de las palabras que he escrito- para compartir, más explícitamente, ésas que todavía me hacen sentir tanto como si las tuviera a mi lado, antropomorfizadas, y gritándome al oído.

-Y sí, no se me ha olvidado: mi grupo de rock se va a llamar Intérprete Desconocido.