lunes, 22 de junio de 2009

Tengo el libro frente a mí: descansa en mis muslos, puedo ver las letras nítidamente, algunos renglones están subrayados en naranja, otros en azul, me pesa en las piernas pero más en el ánimo...

Tengo el conocimiento a la vuelta de las horas, la solución a la incertidumbre, un golpe directo al ego ajeno...




Pero ya no quiero leer.

1 comentario:

Bana dijo...

y NO.no no no no lee.ee-e-e-a-a-a-sssssssssssssss alalalalalalalllalalal helado de vainilla para ti dalilousá!